¿Qué significa tasa de frecuencia o hz?
Sepamos que es tasa de frecuencia:
Básicamente, la frecuencia de refresco representa el número de veces que se actualiza la imagen completa que vemos en la pantalla en cada segundo. Así, una frecuencia de 60 Hz significa que en realidad el monitor está mostrando 60 imágenes en un solo segundo, si hablamos de 144 Hz entonces este lo hará 144 veces, uno de 240 Hz lo hará 240 veces. Si hablamos en términos comunes esto viene a significar lo suaves que son las transiciones de imágenes en la pantalla, ya que cuantas más imágenes se generen por segundo, menos «saltos» de imagen veremos y más suave irá la acción del juego.
Por norma general, los cines funcionan a tan solo 24 Hz, mientras que las televisiones antiguas de formato PAL y NTSC funcionaban a 50 Hz y 60 Hz respectivamente. Hoy en día la cifra más normal en un monitor de PC son 60 Hz y 144 Hz en los monitores gaming, aunque ya se encuentran monitores de 240 Hz e incluso más, ya que ya tenemos disponibles en el mercado monitores con una frecuencia de 360 Hz.
Esto también se aplica a cualquier pantalla, desde las que tenemos en un McDonals para pedir (y que todos sabemos que no son muy rápidas) hasta las que poseen nuestros smartphones. La diferencia principal, al menos a día de hoy, entre un iPhone normal y los modelos Pro, además de sus cámaras, es la frecuencia de pantalla, obteniendo el doble en los Pro, 120 Hz vs 60 Hz, y pese a que puede parecer poca, una vez que te acostumbras a la mayor, no eres capaz de volver a una inferior.
Cómo afecta la frecuencia de refresco en el ámbito competitivo
Una de las mayores dudas que podemos tener a la hora de elegir un monitor con una frecuencia de actualización más alta, es cómo puede llegar a afectar en un ámbito más competitivo, en el que cada imagen es clave para conseguir tener la reacción más rápida posible, algo que es crucial en juegos que presentan este tipo de competición. En títulos que no requieren una capacidad de reacción demasiado alta no resulta un problema, al final en algunos juegos competitivos como los RTS o los juegos de cartas obviamente no es algo que debamos tener en cuenta, ya que el tiempo de reacción se ve limitado por los turnos.
Pero en otros juegos que ofrecen una forma de juego en tiempo real y que necesitan capacidades de reacción que pueden llegar a resultar inhumanas, es algo de vital importancia, y esto lo podemos escuchar directamente desde cualquier jugador profesional de este tipo de títulos. Ya sea en los shooters, en los MOBA, o en títulos como ciertos MMO que requieren una concentración mucho más alta de lo que podemos llegar a pensar, conocer en cada momento cómo actúa nuestro enemigo es algo crucial, que puede marcar la diferencia entre ganar o perder la mayoría de las veces.
Para ver la diferencia entra a este enlance: